
Periodista.
La renuncia de Javier Macaya a la presidencia de su partido, la UDI, fue en realidad pavimentada a todo evento por quien menos se lo esperaba. No fue la tardía condena de la candidata Evelyn Matthei; no fueron las soterradas críticas de algunos parlamentarios de su partido y de sus socios de RN. Tampoco las críticas del oficialismo, y menos la indignación de más de un centenar de mujeres que acudieron en masa a las puertas de la sede de la UDI a las pocas horas de conocerse este lunes la decisión de la Corte de Apelaciones de Rancagua de revocar la medida cautelar emitida el viernes anterior por el Tribunal Oral en Lo Penal de San Fernando. Este tribunal, en un fallo de 160 páginas había decretado prisión preventiva por riesgo de fuga en contra de Eduardo Macaya, pero la Corte de Apelaciones cambió todo y dictó arresto domiciliario para el conocido empresario rancagüino.
Nada de aquello conmovió en demasía a Macaya hijo. Hasta que supo y escuchó a su antigua compañera de partido, Marcela Cubillos, fijando la línea que nadie en su partido se había atrevido a explicitar. Entrevistada en CNN Radio, dijo que “aquí hay una sentencia muy clara, por un delito muy grave, en contra de niñas. El senador Macaya en términos personales tiene todo el derecho a acompañar a su padre, pero yo creo que cuando eres una figura política, no puedes desdoblarte de esa manera. No existe ese desdoblamiento. Si tú quieres acompañar a tu padre en lo humano, eso es una elección…cuando eres presidente de un partido no puedes desdoblarte cuando hay una sentencia judicial de un delito tan grave en contra de menores de edad…” Fuerte y clara en su opinión. Pero para La Tercera, en su afán de salvar a la UDI del descalabro, tituló que Cubillos “deslizó” que el entonces timonel de ese partido debía elegir entre defender a su padre o su labor política. Y el diario, nada dice sobre la defensa de las víctimas en ese titular.
De ahí en adelante se sucedieron, en la derecha, declaraciones que de una u otra manera intentaban salvar al sector por el silencio que había mantenido desde que el viernes pasado un tribunal confirmó la culpabilidad del empresario que había abusado sexualmente de niñas que frecuentaban su casa.
La defensa del hijo
Peor aún. Macaya hijo decidió salir y continuar en la defensa de su padre. Aprovechando su sitial de dirigente, acudió a una entrevista dominguera donde cometió uno de los peores errores de su vida. Respaldando a su padre, señaló textual: “Evidentemente, yo como hijo de, estoy del lado de mi padre. Tengo una situación de dolor familiar que es compartida, acá no hay ninguna división familiar, no hay personas que se hayan puesto en bandos, porque se han dicho muchas aberraciones, y particularmente en las redes sociales, con poco cuidado”.
“Acá hay una situación que parte por una situación familiar de una persona que es grabado en un entorno familiar y a partir de eso se genera grabado sin su consentimiento, grabado con pruebas y con un video que es bastante editado, pero son cosas que al final, por eso yo creo que es importante tener toda la cautela de separar lo que es la situación de una persona que tiene que defenderse, que tiene el derecho a defenderse, que hay un principio constitucional que es la presunción de inocencia y sin ningún privilegio, sin ningún privilegio pero al mismo tiempo sin ningún perjuicio por este tema”.
Al día siguiente, y con la polvareda que se levantó cuando torpemente señaló que los videos fueron grabados “sin consentimiento” y “editados”, poniendo así en cuestión la prueba acogida por los tribunales y presentadas por una de las víctimas, siguió con su torpe defensa en otra entrevista, señalando que las abusadas no eran las nietas de su padre, cuestión que para la justicia y para los chilenos es exactamente lo mismo que si lo fueran.
El martes trató de explicar sus dichos. Dijo que quizás lo hizo “traicionado” por la cercanía que tiene con el caso, y sobre todo “por las aberraciones que yo he visto -dijo-, de declaraciones, de cosas que se dicen en redes sociales, que creo que no han sido afortunadas tampoco en la protección de los intereses de los menores involucrados”.
Reconoció que respecto “de tres de las menores involucradas en este caso”, ha estado “siempre súper cercano”. “Las conozco, conozco sus situaciones, pero no debía haber hecho eso”. “Voy a tener siempre respeto a lo que establezca el Poder Judicial, más allá de que la persona sea mi padre o no”. Y ante la insistencia de la prensa que le consultó por la posibilidad de dejar la presidencia de la UDI, lo descartó señalando que “seguirá liderando la tienda de oposición”.
Entonces, mientras el presidente de la UDI seguía en su pantano, el silencio de su sector se mantenía, Pero en la superficie. Porque al interior de las derechas todo bullía, sin atreverse a ponerse públicamente de lado de las víctimas. En sectores del oficialismo se supo que Macaya no había pensado en renunciar.
En ese silencio inexplicable se mantuvo quien aspira a ser Presidenta de Chile, hasta que Marcela Cubillos dijo lo que dijo y no quiso salvar a su ex compañero de partido. Recién ahí, tres días después de la sentencia contra el abusador de niñas y padre del presidente de su partido, Evelyn Matthei sacó una tibia declaración vía redes sociales, donde textual señala en parte que “los delitos de Eduardo Macaya han sido condenados por los tribunales y las resoluciones judiciales deben cumplirse rigurosamente. Se trata de un caso grave donde sólo queda estar con las víctimas, preocuparse de ellas y de su bienestar”.
Si hasta el parlamentario ultraderechista Gonzalo de la Carrera escribió en su cuenta: “Entiendo que defender al padre es lo natural. Pero acá no es que exista un supuesto abuso, sino que una condena efectiva por abusar de sus nietas, con pruebas a través de audios y videos. ¿Te volviste loco Macaya?
Los privilegios
Cuando se supo que el tribunal de Rancagua había decretado la prisión preventiva de Eduardo Macaya Zentilli en la comodidad de su hogar, no es exagerado afirmar que un escalofrío de indignación recorrió a la inmensa mayoría de chilenos y chilenas de norte a sur del país: ¿otra prueba de que en Chile existe una justicia para pobres y otra para ricos? Al parecer los numerosos privilegios de que gozó el ya condenado abusador de niñas, antes y después de la decisión del tribunal que lo sentenció a seis años de cárcel efectiva, aun no ejecutoriada, así lo evidencian.
Primero fueron los 150 millones de pesos que pagó como fianza para salir de prisión preventiva cambiando la medida cautelar por arresto domiciliario y prohibición de acercarse a las víctimas. Fue en su hogar donde Macaya conoció su sentencia.
Tras conocerse la condena, se ordenó nuevamente prisión preventiva y Macaya se presentó voluntariamente en la cárcel de Rancagua, de donde salió luego de pasar el fin de semana. Este acusado ni siquiera habría ingresado a una celda, sino que fue ubicado en la enfermería del recinto. Acompañado de su esposa, se presentó a cumplir la orden del tribunal cerca de las 17.00 horas el pasado viernes 19 de julio, premunido hasta de sábanas. Y otros enseres. Alcanzó a estar 72 horas recluido, en el sector de enfermería en una habitación individual, con baño privado, y en una sala destinada a mujeres a la espera del proceso de clasificación para su ubicación definitiva.
Por el trato preferencial, Gendarmería levantó un sumario administrativo a objeto de “establecer la veracidad de dichos antecedentes y eventuales responsabilidades en la correcta aplicación de protocolos y procedimientos”.
Y por cierto, el propio Presidente Boric salió a exponer el punto de vista del gobierno: “…uno de los motivos que causa indignación en la ciudadanía” son los privilegios. En esa línea, el Mandatario señaló que “acá lo que hay que tener claro es que la justicia se legitima en la medida que todos somos iguales ante la ley, por lo tanto, nosotros desde el gobierno lo que señalamos es que nadie puede tener ningún tipo de privilegio”.
Además, indicó que “lo que más importa es la protección de niños, niñas y adolescentes, el abuso a ellos es condenable sin matices y que acá independiente de los roles que cada uno juegue eso no puede ser puesto en duda y tenemos que estar siempre del lado de las víctimas”.