
A lo largo de los años, hemos sido testigos de una variedad de representaciones en la publicidad respecto al rol de ser madre, desde la mujer perfecta que sonríe mientras realiza múltiples tareas, hasta la que enfrenta desafíos y dificultades, con gracia y determinación. Estas narrativas publicitarias no sólo han reflejado, sino también, han influido en nuestras expectativas y construcción de un imaginario colectivo acerca de la maternidad.
Sin embargo, es importante reconocer que estas representaciones no siempre reflejan la diversidad y complejidad de las experiencias maternas en la vida real, ya que cada persona es única y tiene sus propias historias, desafíos y triunfos; y la publicidad debe ser consciente de esta variedad, representándola de manera auténtica y respetuosa.
Los mensajes comunicacionales tienen la capacidad de influir en actitudes, comportamientos y percepciones, por lo tanto, los profesionales del sector tienen el compromiso de utilizar esta herramienta de manera ética y responsable. Asimismo, es importante reconocer el potencial que tienen las marcas para contribuir a la transformación social, para que se ajusten a los cambios de los tiempos. Promoviendo -por ejemplo- nuevos modelos de corresponsabilidad en los cuidados, poniendo énfasis en las ventajas del reparto de las tareas domésticas y las responsabilidades familiares entre los distintos miembros de un hogar.
Es clave que la industria se esfuerce por eliminar los estereotipos antiguos, y promueva la diversidad e inclusión, además de fomentar una interpretación auténtica y respetuosa de esta experiencia en todas sus formas, honrando la singularidad de cada vivencia materna.
Maribel Vidal
Directora ejecutiva de Conar